No, no es un clickbait o cabecera «anzuelo». Es una realidad: No hay papel. La pinza actual de condiciones de precios de la energía, huelgas y dificultades del transporte han puesto contra las cuerdas al sector papelero. Y de rebote al sector gráfico.
Empecemos por el principio. Todos recordamos la Pandemia 2019-2021. Como para no, con lo reciente que la tenemos. Bien, si os acordáis, durante los confinamientos todo se paralizó.¿Todo?, ¡no!. Un reducto económico no solo no se detuvo sino que aumentó facturación: los pedidos online. La única manera de seguir comprando era a través de las grandes plataformas de venta online. Miles de paquetes, cientos de miles. Todos ellos embalados en cajas de cartón corrugado y papel kraft. El típico papel marrón basto.
Pues bien, muchas fábricas que antes fabricaban papel cuché o papel offset comercial se pasaron a elaborar papel kraft para atender la demanda. Y modificar la producción de este tipo de industrias es muy laborioso. Están implicados muchos procesos y maquinaria especializada. Revertir esto es complejo y no hay intención de hacerlo.
No hubiese pasado nada. Existía margen de sobra para atender la demanda de impresos comerciales. Esto es una globalización. Fletas un buque lleno de pasta de papel desde la Argentina o Suecia y listo. O eso parecía. Pues no, porque llegó otra crisis, la de los fletes. Los buques mercantes no dan abasto y el cuello de botella disparó el coste de los container hasta un 300%. Esto a finales de 2021 ya supuso una subida de precios del papel de un 20% más o menos. Pero seguía existiendo stock.
Todos los integrantes de la industria gráfica en la actualidad sufrimos problemas de abastecimiento y altos costes. La tonelada en algunas variedades ha subido su precio hasta un 200%.
Y nos alcanzó de lleno la crisis energética. Para los que no lo sepan, en la fabricación de papel se usa bastante energía. Hay que cocer la madera a fuego lento e ir incluyendo diferentes ingredientes como yeso, cal, etc. Y vamos, que no están los tiempos para dejar la olla al fuego mucho tiempo… Muchas fábricas papeleras de Austria y Alemania, pero no solo, también en España e Italia, paralizaron la producción por el coste descontrolado e inasumible de la corriente eléctrica y el gas. Aquí la cosa sí se puso preocupante ya que comenzaron las roturas de stock. Los plazos de entrega empezaron a alargarse semanas.
¿Hemos terminado? ¡No!
A finales de 2021 y principios de 2022 el sindicato Paperiliitto anunció el comienzo de una huelga en las plantas productoras de papel de Finlandia. Ahora te estarás preguntando, ¿y? Y es cuando expongo que Finlandia produce casi el 19% del papel que se consume en la UE. Es el 7% productor a nivel mundial. Y UPM-Kymmene Oyj es la principal empresa finlandesa de fabricación de pasta de papel. Afortunadamente la huelga, que ha durado 110 días, a terminado hace pocos días y es de esperar que la situación mejore a corto plazo.
Por lo tanto, todos los integrantes de la industria gráfica en la actualidad sufrimos problemas de abastecimiento y altos costes. La tonelada en algunas variedades ha subido su precio hasta un 200%. Y no solo eso, sino que los pedidos se retrasan meses. Con lo que eso supone. Se puede afirmar que en este momento estamos en una posición crítica respecto a la disponibilidad de materias primas.
Mi recomendación en la actualidad es dialogar con tu negocio gráfico habitual y planificar al máximo los pedidos, para dar tiempo a encontrar material. Se pueden tardar semanas en obtener un simple papel cuché de 100 gramos o cualquier otro. Como es evidente, se hará lo posible y lo imposible por atender los pedidos, pero esta vez la fuerza mayor manda.
Iván Rodríguez
Técnico superior en artes gráficas