Muy relacionado con la filmogénica de la tinta, pero no exactamente igual son las propiedades de reflexión de la luz sobre las superficies opacas, ya sean brillantes, mates e irregulares o porosas. Los papeles offset no son una excepción.

La luz puede reflejarse desde una superficie de tres maneras diferentes:

• Difusa

• Directa

• Con deslumbramiento.

Controlar la familia de ángulos en la luz es muy importante. Para los fotógrafos es determinante. Modificarán la posición en que sitúan las luces, o su posición, dependiendo del reflejo percibido. Y esto nos influye de lleno en la cromaticidad de un impreso puesto que los objetos absorben o reflejan determinadas longitudes de onda. Y son las reflejadas las que finalmente permiten ver su color. Esta propiedad se llama familia de ángulos y lo trataré al final del artículo.

Recordemos que cuando la luz alcanza una superficie, se produce uno o varios de los siguientes fenómenos: reflexión, transmisión o absorción. La reflexión en forma de brillo no modifica el color de un objeto. Esa porción de la energía en una longitud de onda determinada será la misma, independientemente de hacia donde se dirija. No así nuestra percepción visual. El color modifica su saturación y su luminosidad de dos formas. Según la densidad y pureza del pigmento donde llegue la luz y dependiendo de la energía reflejada. Eso es la saturación y la luminosidad.

La saturación del pigmento ya se trató en el anterior artículo por lo que no me alargaré en esa cuestión.

La luminosidad en cambio depende de la luz: la energía de esta y la capacidad de la superficie para reflejarla. La relación, a fin de cuentas, con el blanco y el negro. Comento esto un poco: De forma obvia, si eliminamos la luz completamente, el objeto será negro. Si aumentamos de forma gradual la cantidad de luz, en cambio, nos vamos desplazando hacia el blanco. En este último caso la intensidad del iluminante debería ser impresionante, pero así es la teoría.

Los papeles brillo tienen más capacidad para mantener las familias de ángulos de la luz más agrupadas. A igualdad de luz respecto a un papel mate, la percepción es que será una impresión de colores más vibrantes.

¿Y si jugamos con las tintas? Adicionar negro a la separación, CMY+K, no menguará la luminosidad o por lo menos no siempre o de forma tan evidente. La mezcla sustractiva CMY ya implica que una combinación de estos tres colores realice un pequeño tránsito hacia el negro.

Hay más. A pesar de que la luz reflejada sea la misma, hay que comprobar si la superficie genera reflejos en forma de familias de ángulos o en cambio crea reflejos difusos.

La denominación de esto es reflexión superficial difusa. Esto no modifica el color de la impresión. El color siempre será el mismo, es luz reflejada en un determinado tramo de la banda visible y nada más. Aquí tratamos con la evaluación que realiza nuestra visión, la humana. Y es debido a que la reflexión difusa reduce la energía que llega a nuestros ojos, afectando a la percepción que tenemos de ese color. Nos hace creer erróneamente que es diferente. Que se ha oscurecido.

Reflexión sobre papeles macroporosos. La reflexión difusa dispersa la energía lumínica, rompiendo las familias de ángulos. La percepción a igualdad de iluminante que un papel brillo es que la impresión es más oscura.

Esta cualidad se explica porque cuando existe menos luz, recordad, el color se desliza hacia el negro. Una superficie mate o irregular, a igualdad de iluminación respecto a otra satinada o brillante, mostrará un color más apagado por la simple razón de que parte de la energía reflejada ha tomado un camino diferente a nuestros ojos y no la vemos. Algo positivo es que si evaluamos el impreso desde puntos diferentes, el color no variará tanto a como si fuese un soporte brillo.

Finalmente, hay que contar con las características de transparencia de las tintas y el mismo sustrato. En papeles muy blancos, una capa de tinta transparente aumentará la luminosidad por la vía de la reflexión de la luz en el soporte, pero al mismo tiempo generará un descenso de la saturación. Un papel reciclado de tono más amarillento o gris realizará el camino inverso y afectará de forma clara a los colores impresos, apagando tonos. Igual que si una pequeña parte de la luz atraviesa el soporte. Para evitar esto, habría que trabajar con capas de tinta opacas, como en serigrafía.

En offset, antiguamente había una «solución» sencilla: aumentabas la capa de tinta de forma grosera igualando la superficie del papel, evitando parcialmente de esa manera la reflexión difusa y elevando la saturación del color. Una manera no adecuada de trabajar que equivalía a una ruleta rusa con el secado, arranques en segunda pasada por máquina y posibles repintes.

Iván Rodríguez Cortés

Técnico superior en Artes Gráficas

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